27 de septiembre de 2009






El primer temblor de manos, el primer temblor de piernas.
¿Dónde estoy?
Me lo estoy imaginando. No es real.
Me caigo.
Me derrito.
Me caigo.

Juro que me caigo.

¿Me has dado un billete de 10 o de 20?
Me ahogo.
No me llega el aire.
Me ahogo.

Juro que me ahogo.











escuchando

22 de septiembre de 2009





Acabaré comiéndome los codos, ya te lo dije.

17 de septiembre de 2009




Con este acuerdo nos comprometemos a fomentar el desarrollo...






¡Mira, cabrón que te den por culo!

13 de septiembre de 2009








Cojo tus palabras, les quito el polvo. Las sacudo, que les dé el aire, que respiren.
Me prometen comportarse. Que no se me agarrarán al cuello, que no me asfixiarán.

Que no me tumbarán y me abrirán en canal para dejarme vacía.

Pero me descuido y ahí estoy, tirada en el suelo, inmóvil.
He vuelto a perder.

Las vuelvo a guardar con rabia.


- Os he dicho que así no, joder. -

8 de septiembre de 2009

Letras







-Te pareces tanto a ella-

Son tus letras, claro.
Una vez me enamoré de unas letras. De los espacios y los gritos.
Me enamoré del vaivén, del desgarro a 150 km/h acertando de lleno en el blanco.

De la alegría.

Del hermetismo y las vueltas.



Una vez me enamoré de unas letras y acabé lanzando puñales en mitad de la nada.

7 de septiembre de 2009

4 de septiembre de 2009

La cuenta atrás de todos los días




No dejo lugar al error y aún así se produce una y otra vez. Mastico tanto las cosas que acaban siendo n a d a. He perdido la espontaneidad del que no tiene nada que perder. Me concentro en analizar y diseccionar los gestos y palabras del resto. A mi tampoco me dejo escapatoria.

Vueltas y vueltas.

Lo pongo patas arriba y lo vuelvo a ordenar.

He perdido la costumbre de saludar a extraños. Es como si poco a poco me hubiese ido hacia dentro, dirección : mis tripas.

Un ovillo. La frente tocando el ombligo. Y ahí me quedo resguardada, en el calor de mi propia sangre.

Un cuerpo infinito hacia dentro.



- ¿Me pones una tarrina pequeña de limón?
- Claro. - en qué estaría yo pensando...-

Son las 17:00. Estoy a punto de salir.

3 de septiembre de 2009

La niña que hacía de oruga




Anoche hizo frío. Soñé que me tapaba, que encendía el calefactor y lo ponía a mis pies.
Tuve escalofríos.

Me desveló el despertador del vecino. Había perdido uno de los tapones.
Lo busqué con los ojos todavía cerrados. En esta cama y en aquella.
Al fin lo encontré. Presión y para dentro.
Volví a dormir.


Anoche hizo frío y esta mañana amaneci acurrucada, con la sábana hasta el cuello y la almohada encima de la cabeza.

-¿Café y tostadas?
-Sí, por favor.



Son las 12:00

2 de septiembre de 2009

La crisis del ladrillo.





Hablo un rato. Subo el volumen. Busco el significado de algo que no entiendo. Me levanto; le doy un beso. Voy al baño. Vuelvo a sentarme.

- ¿En qué piensas?
- En la constancia
- ¿Qué le pasa a la constancia?
- Que no es lo mío.


Abro una piruleta. Leo a alguien a quién no conozco. Me estremecen sus letras. Ya lo he vivido. La miro y le sonrío. Me devuelve el gesto.


- ¿En qué piensas?
- En la prisa.
- ¿Qué le pasa a la prisa?
- Que todo lo hago con ella.


Mastico la piruleta. Termino el dibujo.


Hora de cenar.