22 de diciembre de 2009
7 de diciembre de 2009
Un buen día
No podía ser de otra manera. Es imposible gritar desde el agua estancada.
Tengo la mano congelada. Ella toma mate y toca instrumentos.
Armónica, xilófono y melódica, sin soltar el peluche que le ha hecho Támar.
Yo miro algunas fotos de hoy, y de reojo la veo a ella feliz.
Las manos de Támar con el bolígrafo polifacético.
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