8 de septiembre de 2009

Letras







-Te pareces tanto a ella-

Son tus letras, claro.
Una vez me enamoré de unas letras. De los espacios y los gritos.
Me enamoré del vaivén, del desgarro a 150 km/h acertando de lleno en el blanco.

De la alegría.

Del hermetismo y las vueltas.



Una vez me enamoré de unas letras y acabé lanzando puñales en mitad de la nada.

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